En Navidad, conmemoremos y honremos la memoria de quienes ya no están
Perder a un ser querido es uno de los episodios más tristes por los que hemos atravesado todos en algún momento de nuestra vida y esa pérdida nos cambia la perspectiva, nuestro ánimo baja, nuestros planes se posponen y las ganas que teníamos de realizar actividades, viajes o celebraciones se paralizan, incluso, seguir con nuestra rutina parece ya no tener sentido.
Todos vivimos y sentimos las partidas de nuestros seres queridos de distintas formas y ninguna está bien o mal pero, lo que sí es importante y a lo que debemos prestarle atención, es cómo gestionamos esos sentimientos.
No hay nada que nos prepare para estos momentos y, mucho menos, una fórmula que nos ayude a disminuir el dolor y la ausencia que sentimos. En muchas ocasiones no queremos pensar en lo que sigue después de la muerte de alguien que amamos y cuando lo hacemos nos angustiamos, nos ponemos ansiosos y nos anticipamos a sentimientos que aún no han llegado.
Por ejemplo, en las celebraciones navideñas, las costumbres familiares y los encuentros con los amigos relucen más que nunca y las tradiciones están presentes desde el día uno para celebrar que estamos llegando a un nuevo final de año. Sin embargo, para quienes estamos pasando por un momento de duelo esas manifestaciones avivan aún más el dolor.
Es normal que ante un fallecimiento nos rehusemos a “celebrar” una fecha especial como lo es la Navidad. A pesar de ello, es posible disponerse y tener una actitud positiva para vivir estas fechas sin esa persona que tanto amamos y que ya no está físicamente con nosotros.
¿Cómo puedo vivir entonces mi duelo sin perder el espíritu navideño?
Prepararse para pasar las fechas especiales sin ese ser querido que ya no está es posible y hacerlo nos abrirá un espacio para honrar en familia, o de manera individual, la buena memoria y recordar esos buenos momentos que vivimos juntos y dar equilibrio y estabilidad en medio de ese remolino emocional que estamos atravesando durante el duelo. Es un tiempo que llega para compartir y conmemorar a esa persona amada de otra forma.
Las primeras fechas especiales sin esa persona querida no son fáciles de llevar, los días previos a estas y los momentos en sí se convierten en fechas de calendario tristes, días que no queremos que lleguen y que cuando lo hacen solo nos recuerdan que esa persona ya no está. Sin embargo, ante la partida de alguien que amamos es importante mantener las tradiciones, pues si las dejamos a un lado en medio de nuestro duelo, nos enfrentamos al riesgo de perderlas definitivamente.
Recursos para mantener las tradiciones
Es probable que en medio del duelo nos neguemos a continuar con las celebraciones tradicionales y sea un asunto que no queramos abordar, pero si lo vemos desde el punto de vista de honrar la memoria de quien partió y rediseñamos temporalmente nuestras tradiciones, con seguridad podremos mantenerlas y conmemorar a nuestro ser querido. Además, será una oportunidad más para pasar momentos fraternos con nuestra familia.
Por eso, queremos compartirte algunos recursos que nos recomienda nuestra psicóloga Ana Mercedes Mejía Lenis, en los que puedes apoyarte para pasar estas fechas navideñas que se aproximan y vivir en compañía de los tuyos momentos de unión y amor.
1. Costumbres y tradiciones:Haz una lista de aquellas costumbres religiosas, culturales o familiares que están acostumbrados a realizar y que durante toda la vida los ha unido, permitiéndoles estrechar esos lazos de confianza y amor, y que mantienen la cordura y le dan sentido a la vida en familia.
Es importante decirte que la intención de este recurso es que todos los integrantes de la familia o círculo cercano decidan cuál es aquella tradición que quieren mantener en memoria de ese alguien que falleció. La idea es que rediseñen este hábito, mientras dure el duelo y puedan vivirlo desde el sentir que hay en el presente y, una vez este termine, la tradición pueda mantenerse vigente.
Debes saber que si las tradiciones se abandonan durante el luto es probable que estas desaparezcan permanentemente y que mientras más nos distanciemos de las costumbres para darle prevalencia al dolor, más difícil será vivir el proceso de duelo.
2. Reunión familiar:Construye una Navidad a la medida. Habla con tu familia o círculo cercano para saber qué piensan todos de cómo llevar juntos estas fechas, para crear en conjunto la nueva forma de compartir. Pueden hacerlo con base en las costumbres, eligiendo cómo conmemorar a esa persona que ya no está.
Hagan una lista de aquello que en definitiva no va con su sentir durante esas fechas y decidan cómo pueden vivirlo de una forma diferente, por ejemplo, no escuchar música de festejo, pero a lo mejor los villancicos les permitan no perder la tradición. Otra idea es, quizás, reunirse para una novena en la que aprovechen para orar y pedir por quien ya no está, o hacer natilla y buñuelos, sin el alboroto de las fiestas, sino más como un espacio para estar juntos.
3. Conmemoraciones o rituales:Este recurso también es válido cuando queremos vivir las fiestas sin dejar a un lado la memoria de esa persona que falleció. Debes tener presente que este es un ritual de conmemoración y como tal, tiene un principio, un fin y un sentido para quien lo realiza.
El propósito de los rituales es facilitar la expresión que tiene el mismo duelo y nos ofrece la posibilidad de darle un orden, donde organizamos actividades que nos permitan cerrar un capítulo y darle apertura a uno nuevo. Existen varios rituales para conmemorar:
- Rituales en memoria del ser querido, en los que recordemos a esa persona que falleció. Podemos hacerlo a través de una cartelera o canasta de valores y en un papel escribir el valor más importante de esta; reunirse a recordar y contar anécdotas de los momentos vividos con él o ella, o escuchar la música o cocinar su comida favorita.
- Rituales de agradecimiento, en los que pueden escribir qué agradecen de su relación con esa persona que falleció, lo que aprendieron, lo que compartieron e incluso, agradecer por su vida y la de quienes están en este plano terrenal. Esto pueden hacerlo a través de cartas, fotos, videos, objetos u otro recurso que se les ocurra y puedan emplear.
- Rituales de despedida, en los que nos despedimos de esa persona que falleció para permitirle que trascienda. Esto puede hacerse escribiendo notas sobre lo que quieran decirle (pedir perdón, expresiones de amor u otro sentimiento que tengan); escribir cartas de despedida y quemarlas o tomar las cenizas de la persona y enterrarlas y sobre ellas sembrar un árbol, también, puede ser a través de una celebración eucarística donde puedan despedirse.
De acuerdo al momento que se esté viviendo en la familia o círculo cercano dependerá del ritual que elijan hacer, sin embargo, es válido elegir una actividad de cada uno y realizarlas juntos.
Todo esto les ayudará para compartir con las personas que quieren y recordar, agradecer y conmemorar juntos a ese ser querido que ya no está de forma física entre ustedes pero que vivirá por siempre en sus corazones.
Recuerda que estamos aquí para acompañarlos en estos momentos, deseamos que todas estas herramientas les sirvan en esta época de fiestas.